Icono de una feminidad libre
Desde que apareció por primera vez bajo la forma abstracta de un motivo de manchas de ónix y diamantes en un reloj de pulsera en 1914, la pantera de Cartier ha ido haciéndose más presente en las diferentes creaciones de la Maison, imponiéndose poco a poco, hasta convertirse en uno de los personajes principales e imprescindibles de la firma parisina.
El felino ha aparecido de perfil, en movimiento, de frente, con mirada desafiante, sugerente, sensual, en diferentes representaciones según la joya o el producto bajo el que cogía forma. Una de sus impulsoras, Jeanne Toussaint, en un principio colaboradora cercana de Louis Cartier y directora creativa a partir de 1933, intuyó el potencial simbólico de la pantera y su poder de atracción. Su figura pasó a convertirse en imagen de una feminidad decidida, libre, radiante, sin convencionalismos y con carácter propio.
A lo largo de todo este tiempo, este emblema no solo no ha perdido fuerza, si no que ha sabido mantenerse vigente como un inalterable icono de la mujer actual. Es por ello que Cartier ha continuado su trabajo en torno a esta imagen, realzando y transfigurando la pantera en torno a tres ejes creativos, como son el acercamiento de la joyería y la relojería, los oficios de arte tan apreciados por Cartier y en tercer lugar la combinación de la técnica y la magia a través de la innovación relojera más reciente de la Maison. Hablar de las horas Panthère, es hablar de auténticas joyas en forma de reloj, bellas creaciones que a lo largo de su historia han tomado el emblema del felino.