Hublot presenta el Classic Fusion Gold Crystal. Un reloj cuya esfera luce la forma de oro más rara del mundo: el cristal de oro.
Única, delicada y extravagante, la esfera del Classic Fusion Gold Crystal está decorada con cristal dorado elaborado con escamas de oro. Como una preciosa obra de arte que necesita ser enmarcada, la esfera está encajada en la caja de cerámica negra de un reloj Classic Fusion Gold Crystal, ahora en 42 mm. Alberga el calibre HUB1110, un movimiento mecánico de carga automática y una reserva de marcha de 42 horas. Cuenta con correas de caucho negro y piel de aligátor y cierre de hebilla desplegable de acero inoxidable con plaqué negro.
«Cada uno de nuestros relojes Classic Fusion Gold Crystal es único, verdaderamente único en su tipo. Una fusión de materia y diseño que es posible gracias a nuestro dominio del complejo proceso de producción. Hemos podido reproducir el oro en su forma más rara en la tierra: el cristal de oro. Desde los albores de los tiempos hasta la esfera de nuestros relojes, gracias a nuestro maravilloso entorno suizo, el oro siempre nos fascinará. Aquí podemos verlo en su expresión más bella y mágica”.
Ricardo Guadalupe, CEO Hublot
Cristal de oro, la forma de oro más rara en la Tierra
El oro siempre ha intrigado a la humanidad. Para comprender este amor por el metal amarillo, es necesario profundizar, muy profundamente en la historia del tiempo y de nuestro planeta. El oro forma parte del Universo desde poco después de su nacimiento con el Big Bang. Esto significa que todos los átomos de la Tierra han estado aquí desde que se formó, hace unos 4.600 millones de años. Mucho tiempo después, hace casi 50 millones de años, aparecieron vetas auríferas tras la formación de cadenas montañosas. Bajo la superficie de la Tierra, el agua se abría paso, arrastrando consigo sales minerales y metales que se depositaban en puntos propicios. Estos metales incluían el oro. Hace cientos de miles de años, los glaciares erosionaron la roca ígnea que contenía estas vetas auríferas. Arrastrado por el agua de los ríos, el oro se depositaba en los lechos de los ríos.
Cuando se recoge, el oro se encuentra en forma de escamas. Las condiciones necesarias para formar un cristal son muy raras y los cristales de oro apenas se encuentran en la naturaleza. Aquí es donde los ingenieros de Hublot entran en juego al darle al oro su forma más exclusiva: el cristal de oro.
El Departamento de Investigación y Desarrollo de la manufactura Hublot calienta oro en la forma más pura posible (24 quilates) hasta el punto de fusión, lo que crea emanaciones de oro que podríamos comparar con el vapor que transporta átomos de oro. Estas partículas se elevan a través de esta emanación y luego se endurecen en forma cristalina cuando alcanzan la superficie fría. Se aglomeran allí como cristales con formas completamente aleatorias que nunca son iguales dos veces.
Luego, el maestro fabricante de esferas recoge con delicadeza los cristales para colocarlos en la esfera, grupo por grupo. Sólo se conserva el 20% de estos cristales. Una vez seleccionados, se colocan a mano con mucha delicadeza sobre una esfera negra y luego se encierran en una fina laca transparente que tardó años en desarrollarse. Se trata de una operación compleja ya que debe realizarse al vacío para evitar la aparición de burbujas de aire. El proceso se repite una y otra vez, ya que se deben aplicar veinte capas diferentes de laca para sujetar completamente los cristales. Luego basta con pulir esta placa para que el barniz sea invisible y consiga una superficie perfectamente plana.
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